Anecdotario (3)

Era imprescindible que no estuviera solo. No podía estar solo, era peligroso para él permanecer en su casa con aquella sensación. Por eso iba al trabajo de su madre.

Ella no lo entendía, o tal vez sí, pero no quería entenderlo. Que su hijo estuviera enfermo, y no tenía cualquier enfermedad, la hería como madre. ¿Ella tenía la culpa de todo aquello?

Para él, también era difícil. Un chico orgulloso que había pasado de la noche a la mañana a ser un niño inseguro y dependiente. Esa enfermedad lo había devastado, reduciéndolo a nada anímicamente.

Si él estaba solo, podría cometer una tontería. Por eso visitaba a su madre, a pesar de que a ella no le gustara.

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