Depositario

 The message was really cute, makes me smile... like a big smile. However, made it very clear. We're friends, best friends maybe. That broke my heart a little bit, but it's a good thing.  So... I should move on, shouldn't I? Perhaps I'm ready to let you go.  I hope so.

Primer paso para dejar de pensar en ti: no existe un futuro juntas (ni de una forma ni de otra). Si no quieres mirar hacia mi lado por estar esperando algo por parte de ellos dos, está bien. No es mi responsabilidad hacerte cambiar de opinión. Si quieres hundirse lentamente en tu remolino de pesadillas, está bien. Te di decenas de opciones y no me aceptaste ninguna. Estaré ahí pero no pienso seguirte. Si nuestros caminos deben separarse de nuevo, está bien. No volveré a aferrarme y te dejaré volar. Acabo de comprender que desde antes los odiaba y no quería saber nada de ellos.  Qué tonta he sido. Si hubiera sabido antes que esto era lo que ataba mi existencia a ti, lo habría cortado años atrás porque nunca va a funcionar. No vale la pena desvivirse por algo tan unilateral.  No voy a llorarte más.  No dejaré que el corazón me siga doliendo.  Ojalá nuestras miradas nunca se crucen de nuevo. Y si eso implica romper nuestros planes juntas, que así sea. No voy a sufrir por algo que nunca ex

Ya no pondré en repeat esa canción que me taladra tu existencia en el corazón. Algún día dejaré de sentir algo cuando pronuncies sus nombres. Algún día te voy a soltar. Lo prometo.  Voy a soltarte. Dejarás de ser mi ancla. Y si eso implica no vivir más, está bien. 

¿Le tienes celos a un fantasma? ¿De la incansable búsqueda? ¿De ese anhelo que por ti probablemente nunca sintió y nunca sentirá? Tú fuiste quien se alejó primero, tú fuiste quien le dijo adiós. Sí te buscó durante un tiempo hasta que se cansó. ¿Te duele el corazón al saber que si hubieran pasado los mismos años no se expresaría de la misma manera como habla de ella? Tú no eres nada y siempre será así. Deberías saberlo. Suéltalo ya.

Esta historia no es original. Si tuviera que encontrarle un símil, ese seguramente sería Cyrano de Bergerac. Es tan trágica y romántica que no tendrá final feliz, no puede tener final feliz. Lo uso a él para escribir lo que siento, a fin de cuentas, también forma parte de lo que soy, de mi corazón. Es un trocito de mi alma. Y todo lo que me haces sentir lo expreso a través de ella, quien se parece sólo un poco más a mí. No sé si pueda quedarme a ver cómo llega tu príncipe azul a rescatarte, ya me duele sólo de pensarlo. Al principio lo único que quería era verte sonreír y que fueras feliz; ahora, a pesar de que sigo queriendo lo mismo para ti, se me humedecen los ojos al imaginar que no formaré parte importante de esa alegría. Mientras tú me quieras a tu lado, en la forma que sea, yo estaré ahí pues no puedo decirte que no. Aunque los días lluviosos me gustan mucho, últimamente me embriaga una tristeza que no había sentido antes. Quiero disolverme con las gotas de lluvia y desaparecer.

Me enamoré de ella a través de su escritura. Incluso llegamos a escribir juntas y fue la época más bonita de mi vida. Vivía a través de sus personajes y los míos. Sonreía con cada mensaje que me mandaba. Y la gente empezó a decir que esto no estaba bien. Todo empezó a resbalarse hacia abajo. Toda emoción fue sustituida por miedo.  Creí que ella me había cambiado y lo que sentía estaba mal. Pero ella no hizo nada.  Y para que no me abandonara como todos los demás lo habían hecho, decidí alejarme primero. ... ¿Qué habría pasado si no hubiera dejado que los comentarios de otros me persuadiera a lastimarla y dejarla ir? ¿Qué habría pasado si hubiera tenido la madurez emocional para no dejarme influenciar y decir lo que sentía? ¿Qué habría pasado si, cuatro años después, ella no hubiera contestado mi mensaje? ... Entendí que me había enamorado de ella, 9 años atrás, cuando mi mente se tornó lo suficientemente abierta para admitirlo. Supe que podría volver a enamorarme de ella cuando volvimo

A los catorce años, mi psicólogo me hizo esta pregunta que a la fecha, trece años después, no he podido contestar. Tal vez si no hubiera dejado de ir con él, ya tendría la respuesta.  Hay tantas categorías en el mar de la sexualidad, género, sexo y así, que no puedo decidirme por una. Pero, a veces me preguntó, ¿tengo que elegir sólo una? Así que plantearé mi dilema aquí. Mi primer sueño húmedo fue con mi mejor amiga a los quince años. Lo recuerdo perfectamente porque me desperté asustada. Este chip heterosexual está tan incrustado en nuestra mente, que me hizo pensar, durante mucho tiempo, que yo estaba mal. Después, como a los 18 años, tuve otro sueño húmedo, esta vez con mi mejor amigo. En la universidad conocí a una chica asexual y ahí fue que supe que había más formas de definirte y se me hizo interesante. Aún no sabía que yo iba a estar en el mismo espectro que ellos. Crecí con la idea de que era heterosexual porque eso me inculcaron. Sin embargo, se me crió como el hermano mayor