Depositario

Sé que lo conocí en agosto porque es el mes en que regresamos a clases. De eso ya bastantes años y sí, sé exactamente la cantidad pero no la diré. Fuimos amigos durante un buen tiempo, hablábamos casi todos los días y era divertido... hasta que empecé a sentir algo por él. No quiero profundizar en aquel sentimiento, porque no sabría como clasificarlo, sólo sé que era bastante importante como para inspirarme para escribirle un personaje. Sí, lo arruiné cuando siendo una adolescente, se me ocurrió sentir algo más que una amistad (¡vaya cliché!) Sin embargo, traté de ocultarlo el suficiente tiempo para armarme de valor y decir: ¡mírame, también estoy aquí!  Cuando hablábamos por chat, podíamos ser una versión más cercana a nosotros mismos: yo le pedía consejos en mi escritura y él me contaba sobre su vida amorosa. Ajá, eso hacía. Nunca me comporté como una perra celosa cuando me decía lo que sentía por una chica, porque caí en la cuenta de que sólo iba a echar a perder nuestra relació

¡DEJA DE CRUZAR LA LÍNEA! Me he gritado una y otra y otra y otra y otra... mi mente no responde. Se sumerge lentamente en la fantasía. ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡ENOUGH! No avances más, no te creas esa realidad. Nada de eso es real. detente...

Estuve a punto de cruzar la línea... Otra vez. Esa línea poco visible entre la imaginación y la fantasía. Volví a dejarme llevar por el producto de una mente retorcida y desesperada, sin darme cuenta de la verdad que tenía ante mis propias narices. Καιρός: el momento oportuno para detener mi propósito y evitar el desastre de toda una vida. ¿Reacción inmediata? Bedazzle...