¿Quién soy?
A los catorce años, mi psicólogo me hizo esta pregunta que a la fecha, trece años después, no he podido contestar. Tal vez si no hubiera dejado de ir con él, ya tendría la respuesta.
Hay tantas categorías en el mar de la sexualidad, género, sexo y así, que no puedo decidirme por una. Pero, a veces me preguntó, ¿tengo que elegir sólo una? Así que plantearé mi dilema aquí.
Mi primer sueño húmedo fue con mi mejor amiga a los quince años. Lo recuerdo perfectamente porque me desperté asustada. Este chip heterosexual está tan incrustado en nuestra mente, que me hizo pensar, durante mucho tiempo, que yo estaba mal. Después, como a los 18 años, tuve otro sueño húmedo, esta vez con mi mejor amigo. En la universidad conocí a una chica asexual y ahí fue que supe que había más formas de definirte y se me hizo interesante. Aún no sabía que yo iba a estar en el mismo espectro que ellos.
Crecí con la idea de que era heterosexual porque eso me inculcaron. Sin embargo, se me crió como el hermano mayor cuando yo soy la hermana más pequeña. Asumí los "roles" que asume un hombre cuando apenas si podía asumir mis propios roles. Soy introvertida, hay que aclararlo. Aprendí a hablar hasta los cuatro años porque me vi forzada a asistir a la escuela. En la primaria mi hermana mayor era la que me compraba las cosas que quería en la tienda; y cuando ella pasó a secundaria, mis dos amigas asumieron esa "responsabilidad". No me gusta el contacto físico, ni siquiera saludar de mano, he sido así desde que tengo memoria. Por lo tanto, haré obvio lo evidente: soy virgen. Pero soy una romántica incorregible, me fascina leer historias románticas, e incluso escribirlas, donde sueño con lo que no puedo tener.
Empecé a cuestionar mi sexualidad hace un par de años, en realidad, cuando creí que podía encajar en la asexualidad porque nunca había tenido pareja. Hmm, espera un momento, no he tenido parejas pero me gusta el autoplacer. Interesante... tal vez siempre no sea asexual. Seguí mirando en retrospectiva y había habido algunas chicas que me habían llamado la atención en todos los sentidos, pero nunca había querido pensar demasiado en eso. Quizá incluso alguna vez estuve enamorada de una mujer, no lo sé, aún estamos en eso.
Me da miedo decir: "soy esto" porque siento que en unos años me sentiré diferente. No quiero decir que soy bisexual o pansexual (aún trato de separar ambos términos y entenderlos) y en diez años pensar: "saben qué, chavos, siempre no lo soy". Me enloquece poquito tanta inestabilidad pero ahí ando, navegando.
¿Quién soy? En eso ando y sospecho que en eso andaré un tiempo. Por ahora, sólo sé que el amor sí existe, lo que he leído y lo he visto. Sólo puedo decir que le recibiré con los brazos abiertos, en la forma que quiera tomar.
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